De siempre Bruselas supo aprovechar la fuerza del agua de su río y riachuelos. Se contaban por decenas los molinos de grano en la ciudad y tambien molinos para prensar y hacer papel. Este que vemos aquí es el Driesmolen. Situado en la Rue des Six Jetons a dos pasos de la Bourse, vemos que estaba rodeado de viviendas.
Con la industrialización del siglo 19, Bruselas conoce un tal aumento de sus habitantes que dejar el rio Senne y sus riachuelos al aire libre en plena ciudad era un peligro higiénico. De hecho las epidemias eran frecuentes y muy mortíferas.
El cuadro que se muestra es de Jean-Baptiste Van Moer (1819-1884).
http://www.molenechos.org/
http://www.coordinationsenne.be
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